sábado, 12 de enero de 2008

1. La fe de los padres
"Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor."1
Según el reporte de Chuck Colson en el Break Point, "El maestro Loren Marks, quien da clases sobre ecología humana en la universidad de estado de Luisiana en una entrevista con la revista australiana Mercatornet, enumeró algunas de las razones por las que las creencias y las prácticas religiosas hacen tal diferencia para muchos hombres.
'Primero, las parejas que están implicadas activamente en la misma fe tienden a tener matrimonios más fuertes, más felices y esto tiene un impacto positivo en las relaciones padres—niños de una manera positiva.
Segundo, los padres que son religiosos tienen menos probabilidades de abusar del alcohol y las drogas que los padres que no practican una religiosos, y se estima que un 80 por ciento del abuso a los niños es relacionado con el alcohol.
'El tercer factor es la creencia que los padres serán personalmente responsables ante Dios si fueron buenos (o malos) padres. Esto crea una motivación sagrada para ser un mejor padre. Es este el factor que indica que una vida religiosa da como resultado mejores padres.'"2
Como H. Jackson Marrón, Jr. dijo, "Recuerde que los niños, los matrimonios, y los jardines de flores reflejan la clase de cuidado que reciben." Y Roberto Fulghum, dice, "no se preocupe porque los niños nunca le escuchan. Preocúpese porque ellos siempre le están observando."
Se sugiere la siguiente oración: "Dios mío, por favor ayúdame a que como padre y/o madre sea un reflejo de Jesús hacia mis hijos y los miembros de mi familia—y todos los demás—y a vivir de manera que al ellos ver a Jesús dentro de mí, quieran tener a Jesús con ellos. Gracias por escuchar y responder a mi oración. De todo corazón en el nombre de Jesús, Amén."